Solitario - Con la única tregua que me conceden los sueños (Letra)


Letra:

Mi mente es una guerra que no mengua con los años
Con la unica tregua que me conceden los sueños
Cansada mi lengua de acompasar estos labios
Que solo transmiten dolores innecesarios

Porque un mal que se declara es un mal doble
Prudente es mi silencio al inocente que le hable
Cansado del espejo y su mirada miserable
Decrepito reflejo de la imagen de mi sangre

No soy ni carne ni nombre, ni cuerpo ni marca
Soy mi ángel de la guarda y mi parca
No soy ni el caos ni la calma, ni escudo ni arma
Ni patriarca, ni diluvio, ni arca

Es tan grande la impotencia de mi pecho
Como inmensa la frialdad que hay en mi lecho
Sé que parte de este odio parte del despecho
A un afecto que legisla el sin derecho

Tus labios me han mentido tanto
Que en cada engaño eran distintos
(En cada engaño eran distintos)

Tus labios me han mentido tanto
(En cada engaño eran distintos)
Que en cada engaño eran distintos
(En cada engaño eran distintos)

Tus labios me han mentido tanto
(Tanto, tanto, tanto, tanto, tanto, tanto)
Que en cada engaño eran distintos
Yo

¿Y qué nos queda que esperar sino otro día?
A los que estamos en una eterna agonia
"¿Vivir por ilusiones o morir con ellas?"
Esa es la cuestión que yo me haría

Como esperando recompensas tardías
En este campo de promesas baldías 
Demasiado racional, quién diría
Que muero en la realidad y vivo en la fantasía

En una dimensión que ignora los horarios
Donde no existe distinción, ni calendario 
Donde la fecha contradice la experiencia
Y el tiempo ha muerto a manos de la indiferencia

Y como no si irme a la vaga complacencia
Cuando cada segundo es una penitencia 
Por mas que quieras siempre impera la indolencia
Porque la química supera la conciencia

Ya te has ido...
Y de ti solo me quedo yo
(Solo me quedo yo)
(Yo, yo, yo, yo, yo, yo)
Ya te has ido...
Y de ti solo me quedo yo
Ya te has ido...
Y de ti solo me quedo yo

Mi mente es una guerra que no mengua con los años
Con la unica tregua que me conceden los sueños
Cansada mi lengua de acompasar estos labios
Que solo transmiten dolores innecesarios

Porque un mal que se declara es un mal doble
Prudente es mi silencio al inocente que le hable
Cansado del espejo y su mirada miserable
Decrepito reflejo de la imagen de mi sangre

Ni carne, ni nombre
Ni cuerpo, ni marca
Ni ángel de la guarda, ni parca
Ni caos, ni calma
Ni escudo, ni arma
Ni patriarca, ni diluvio, ni arca

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